Lo que significa el automovilismo

Aún recuerdo esos fines de semana, levantándome temprano y corriendo directo a la sala de videojuegos, prender el Play Station 2 y empezar a jugar Gran Turismo 2 todo el día sin parar, no entendía de modos historia o de desafíos a completar, lo único importante era correr, acelerar a máxima velocidad y sentir el motor rugir, tomando una curva a la vez, abiertas y cerradas, cada vez mejor y mejor y sin parar por nada en el mundo. Poco a poco y sin notarlo, lo coche se volvieron una parte importante en mi vida. Ya no se trataban sólo de metales, era algo que trascendía lo material hacia una conexión máquina-humano, uno mismo por un instante de tiempo, del inicio a la meta, nada más importa, el mundo desaparece.

Recuerdo una de las escenas de la película de Meteoro (Speed Racer) cuando Meteoro está manejando la carrera por el campeonato, con todo pronóstico en contra, con un precio sobre su cabeza y con un legado que defender, el de su hermano.

Los autos se acomodan en en emparrillado de salida, los motores se encienden y de pronto, un auto frente a él, se frena, Meteoro se detiene y otro auto

lo viene a impactar por detrás a lo que Meteoro activa los resortes de salto y se eleva, da una pirueta librándose del choque y acelerando a máxima potencia. La carrera continua, Meteoro avanza y rebasa un auto a la vez, por la izquierda, por la derecha y por arriba, se eleva por lo cielos, la tribuna se calla, solo le escuchan los latidos acelerados al ritmo del motor mientras los ojos observan poesía pura, Meteoro sigue avanzando y ahora amenaza a los líderes.

Para esta competición había una gigantesca cantidad de dinero en juego, la carrera estaba arreglada y ahora, todos esos planes se veían amenazados y con tantos millones en juego, las reglas cambian, el juego se ensucia y la codicia junto con la ambición se hacen presentes. Uno de los competidores logra sacar a Meteoro de la carrera por una accidente planeado.

Meteoro están en medio de todos, el auto no arranca, los mecánicos no encuentran la forma para echarlo a andar de nuevo y la carrera parecía haber terminado y es entonces cuando la conexión sucede, se dramatiza demasiado en la película, sin embargo así sucede en la vida real. Uno se comunica con la máquina, la debe sentir, debe poner atención a lo que le dice, y justamente eso sucede. Logra encender de nuevo el motor y regresar a la carrera. De pronto todo hace sentido, como dijo el corredor X:

“…no te subes a un T-180 porque sí, lo haces porque te hace sentir vivo”. - Corredor X, Speed Racer (2008)

Uno no solo maneja para llegar de un punto A a un punto B, manejamos porque nos hace sentir que estamos vivos, nos hace sentir libres, nos hace sentir por un

instante que el mundo es nuestro y de pronto nada importa, le subes a la música, aceleras a fondo, sintiendo el sol en tu cara y el poder del motor a tus pies, viendo al horizonte tratando de alcanzarlo mientras eres libre por un cuarto de milla.